domingo, 6 de noviembre de 2016

Tenemos deberes escolares...

El debate está  servido. La pregunta sería: ¿los deberes  son o no son necesarios?. En mi opinión y según mi experiencia son necesarios y útiles. Ayudan a planificarse y fortalecen la comprensión y retención del conocimiento .
 
"Cuando las tareas están conectadas a los objetivos específicos de aprendizaje importantes y son en una cantidad razonable, y cuando la retroalimentación significativa se presenta, y en el momento oportuno, las tareas para casa puede ser una estrategia eficaz para mejorar el aprendizaje del estudiante"
(Association of California School Administrators, 2007).

Comparto este reflexivo artículo de Montserrat Ros ,Secretaria de política educativa de CCOO.
"COMO SOY UNA MAESTRA PROGRE, celebro que CEAPA haya abierto sin tapujos el debate de los deberes. A ver si así nos aclaramos. Pienso que hay que tener tiempo para jugar de forma libre, aburrirse, compartir con la gente, moverse mucho. Considero contraproducente el estrés a que sometemos a nuestro alumnado.
Algunos deberes sirven para aplicar lo aprendido en las clases al mundo no escolar. Esto da sentido, valor y proyección. Que el aprendizaje sea significativo es la única manera de que sea aprendizaje. De otro modo, las criaturitas tienen dos circuitos paralelos: en el cole las cosas caen según las leyes de Newton y en casa cae más deprisa la que más pesa. Y las paralelas solo se cruzan cuando nos rompemos la crisma en un frenazo. Pobre Newton, incomprendido.
Cuidado con Finlandia. No tienen apenas deberes pero leen en familia, en las bibliotecas públicas, en los centros comerciales; leen mucho. Hay una correlación espectacular entre el número de libros que se leen una casa y el éxito escolar de su prole. Los niños y las niñas que viven en “contextos letrados” se desenvuelven mejor en todas las escuelas del mundo mundial. El tráfico de lecturas entre la casa y el colegio es una palanca y un placer compartido: mucho más que deberes.
Y, por último, no vayamos a hacernos trampas al solitario.
No vale denostar los deberes escolares para hacer otras tareas igualmente redundantes, académicas e invasivas, además de caras. Al salir del cole, no puedo hacer deberes porque hago inglés, solfeo, y deporte de alta competición… menudo negocio para el bienestar de las criaturas. Pero da estatus. ¡Ay, lo que podemos imponer a los niños y las niñas por un poco de estatus!
En el contexto de la LOMCE y las reválidas, que no hemos tumbado todavía, no vale que el pijerío tenga deberes y profesor particular y la clase trabajadora no tenga ni deberes, ni ayuda, ni tenis, ni inglés en Irlanda, ni siquiera una calle segura para jugar. Me fastidia, pero los deberes a destajo, al borde de lo inhumano, han puesto a Corea, Shangai, Singapur, Honkong y Taipei en cabeza del ranquin de PISA. Por delante de Finlandia. Me gustó la expresión de William Deresiewicz, la educación de élite produce borregos excelentes. Con estatus. Eso sí.
No me gustaría entrar en la guerra de los deberes.
Se ha abierto el debate, pues debatimos y nos aclaramos. Pero acordamos y no mareamos a los chavales con desautorizaciones mutuas.
Es nuestro deber de mayores. Tenemos deberes." de Montserrat Ros
 
Lectura completa del artículo:  AQUÍ
 
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