LOS DÍAS VAN TAN RÁPIDOS
Venimos
de la noche y hacia la noche vamos
(V.G.)
Los días van tan
rápidos en la corriente oscura que toda salvación
se me reduce
apenas a respirar profundo para que el aire dure
en mis pulmones una semana más,
los días van tan rápidos
al invisible
océano que ya no tengo sangre donde nadar seguro
y me voy
convirtiendo en un pescado más, con mis espinas.
Vuelvo a mi
origen, voy hacia mi origen, no me espera
nadie allá , voy
corriendo a la materna hondura
donde termina el
hueso, me voy a mi semilla,
porque está
escrito que esto se cumpla en las estrellas
y en el pobre
gusano que soy, con mis semanas
y los meses
gozosos que espero todavía.
Uno está aquí y
no sabe que ya no está, dan ganas de reírse
de haber entrado
en este juego delirante,
pero el espejo
cruel te lo descifra un día
y palideces y
haces como que no lo crees,
como que no lo
escuchas, mi hermano, y es tu propio sollozo
allá en el fondo.
Si eres mujer te
pones la máscara más bella
para engañarte,
si eres varón pones más duro
el esqueleto, pero
por dentro es otra cosa,
y no hay nada, no
hay nadie, sino tú mismo en esto:
así que lo mejor
es ver claro el peligro.
Estemos preparados.
Quedémonos desnudos
con lo que somos,
pero quememos, no pudramos
lo que somos.
Ardamos. Respiremos
sin miedo.
Despertemos a la gran realidad
de estar naciendo
ahora, y en la última hora.
A Vicente
Gerbasi
en
Venezuela, en Chile,
antes, después.
.Ni una semana sin poesía...gracias Lola por acariciar el oído con este bello poema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario